Aún me duelen las rodillas ,
de aquella corrida,
las pancartas que caían,
tu mano tomada de la mía,
la yuta soplando espuma en nuestra nuca,
Tu vientre palpitando,
mi corazón gritando,
los compañeros se caían alcanzados por la misería,
nuestras fuerzas nos traicionaban,
cuando queriamos refugiarlos,
el comisario gritando y escupiendo rabia,
¡Matenlos! ¡zurdos de mierda!,
salvate mi amor!
no hay bala que lleve mi nombre,
Tu vientre palpitando,
mi corazón gritando,
la pared pintada con nuestra consigna,
la gente bien ofendida,
por la pared sucia de nuestra pintura,
y vos mi amor gritandome la pasión,
mi brazo quemado,
tus labios quemando mi boca,
tus ojos que me sumergen en el oceano
ya no hay alma que pisotear,
las botas ya no me dan miedo,
Tu vientre palpitando,
mi corazón gritando,
y la noche agitando los fantasmas
que habitan los cementerios
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