Se me acaban los días del almanaque,
para tocar tu puerta y pedirte perdón.
Como borrar la ausencia de los años?,
Como borrar la distancia de las rutas?
Los puertos en que me refugie?
Pienso en tí,
y no entiendo porque aún te llevo pegada a mi alma.
No puedo imaginar,
las formas de reparar el daño,
recuperar los besos y los abrazos que no dí.
No hay vino,
que adormezca mis furias,
cuando tu ausencia se convierte en tormenta.
Han pasado los inviernos,
muerto las plantas de mi jardín,
La nieve de la soledad,
ha quemado todo,
hasta la hierba.
Leo en un paredón del puerto
“Sin mí, no eres nada”,
y recuerdo tus gritos
“Sin mí, no eres nada”,
mientras se acaban los días del almanaque,
los días sin besos,
sin tu sonrisa,
sin ese abrazo que te contenía
y que me contenía.
El tiempo pasa,
caen las hojas del manzanero,
la luna muere,
Y yo sin pedirte perdón,
y sin ser nada.
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